Mi bisabuela Lucía daría luz a mi abuela Pastora alrededor de 1920, en algún pueblo entre Cumanacoa y Cocollar, en el estado Sucre. Yo no pude conocerla, pero mi madre la recuerda bonita y con ocurrencias, por ello mi hija Alma lleva por segundo nombre Lucía.
Ellas vivieron épocas de pobreza y escasez, pero hicieron su mejor esfuerzo para sacar adelante a sus hijos, prácticamente sin apoyo masculino.
Si mi madre no usó pañales desechables con sus hijos, mucho menos ellas, pues vivieron épocas anteriores. En esos tiempos no existían pañales descartables. Quizá la leche de fórmula tampoco habría llegado a los campos, así que usaban para la crianza de sus hijos la lactancia materna y pañales de tela. La tela que pudieran ya destinar para ese uso particular, como la ropa más vieja.